2 de diciembre de 2016

Papiloj (mariposa monarca)



No todas vivimos de la misma manera.
Cada una lo hace como puede.
Yo solo necesito 7 días para alcanzar mi felicidad.

Es eterna la espera
Un simple motivo que no me ilusiona seguir, quedarme atrás en el olvido ,sí, es eso lo que quiero 
Nadie me espera, no veo la necesidad de esperar a alguien más.
7 días es todo  lo que necesito para llegar a mi completa felicidad
7 días en los que maravillosamente me desenvuelvo y envuelvo con mi hermosura a todos los demás.
Dime ¿en qué momento nos convertimos en esto?.
Dime ¿para qué más?.
7 días es suficiente para que me contemples y digas lo maravillosa que soy.
168 horas son suficientes para que creas que te enamoraste de mí .
168 horas son suficientes para que me recuerdes lo justo y me olvides a tiempo.
Recuérdame llena de vida y feliz.

El principio de todo.
Éramos muchos, estábamos apretados, todos juntos dormíamos tranquilos.
Esperábamos.
Esperábamos.
Solo recuerdo una luz tenue que me mantenía tibia.
El viento que pasaba y mecía la hoja en cual nos encontrábamos, también era tibio.
Era lo único que teníamos.
Una calidez acogedora que nos envolvía delicadamente y nos daba vida.
Comienzos.
Recuerdo abrir los ojos lentamente, la luz era enceguecedora, mi  camita se rompió, el aire era fresco y   mi panza sonaba extrañamente.
No recuerdo mucho al principio solo sé que comí, comí lo que mama nos dejó con tanto cariño.
 ¿Mama?.
 No la veo, ella no está, ¿por qué no está?.
 Mi cuerpo es pequeño aun y sin embargo el hambre no cesa.
Recuerdo que muchas de las hojas que encontré en mi camino no eran de mi agrado, unas eran amargas, otras olían mal, otras simplemente no sabían a nada.
Poco a poco encontraba las que me gustaban, solo comía y comía. Mi cuerpo cada vez se siente más raro, cada vez tengo más hambre.
Tendré que cambiarme de ropita nuevamente, ya me está quedando pequeña también.
Cambios.
Un cansancio me invadió, he crecido ya suficiente. Recorrí muchos lugares, el olor a tierra húmeda me  envolvía, solo me dejaba llevar. Conocí un mundo que jamás hubiese podido imaginar, temí por mi vida en reiteradas ocasiones,  me asustaban esos caminos.
Al subir a las copas de los arboles después de haber comido, podía ver las puestas de sol, que maravilloso  era todo eso, posiblemente no existía nada mejor.
Me siento extraña, mi cuerpo se siente raro, estoy cansada, siento que ya no puedo más, mi cuerpo pesa demasiado, mis parpados pesan demasiado, haré mi camita, oh, que suavidad, que  acogedor.
Cierro los ojos.
El tiempo se detiene.

Esperar.
Recuerdo: no pude abrir mis ojos, este es el fin? Que pequeño es. Esta oscuro, siento que esta oscuro,¿ estoy sola?.
¿Por qué estoy sola? . Estuve sola tanto tiempo. Por qué me siento tan mal ahora.
Duele, realmente duele, no quiero acabar así, me rehusó a hacerlo. Quiero salir. No puedo respirar. ¿Por qué  no puedo abrir mis ojos?, ¿por qué nadie me escucha?.
Sáquenme de aquí… quiero salir…
Me siento diferente , ¿he cambiado?.
Ya no me duele… me siento liviana.
Recuerdo que mi camita se volvió a romper.
Recuerdo tener la misma sensación que la primera vez, aquella pequeña luz que me mantenía cálida, no la veía, pero se sentía, podía sentir su abrazo acogedor.
Mi camita se rompió.

Recuerdos.
Recuerdo poder estirar mis patitas, ya estaba apretada, mi camita ya se había hecho pequeña.
He cambiado.
¡¡ he cambiado!!.
Recuerdo las ansias que tenia de partir.
Recuerdo haberme sentido tan liviana tan llena de vida.
Que sensación más agradable y placentera ya el viento no llega a mí, yo voy con él, soy parte de él.

Día uno: no puedo  parar, siento que puedo hacerlo todo, todo es completamente nuevo, creí que lo conocía todo.
Sin pensar en que existían otras cosas aún más bellas.
Todo es completamente maravilloso.
Día dos: nada me limita.
Día tres: he recorrido mucho, nunca se acaba, que maravillosa sensación, todos me miran.
Día cuatro: me detuve en alguna rama ajena, estas ansias de querer ver todo me han abierto el apetito, comí, necesitaba cargarme de energías de nuevo.
Alguien más se une a mí.
Día cinco: haciendo círculos en el aire, espirales, alguna danza. Se siente bien estar acompañada, se siente bien.
 El viento sopla cada vez más fuerte.
No me dejes.
Promesas.
Día seis: puse mis esperanzas y sueños en aquellas hojas, me siento muy amena con todo, muy libre, muy ligera.
No tengo nada que reprochar.
Día siete: conozco este cansancio, pero es diferente.
Cierro mis ojos aun en el aire.
Solo me dejo caer.
Que felicidad.
Fui feliz.


“al levantarme y subir. Grite con todas mis fuerzas, “mírenme soy hermosa, mírenme, aquí estoy”, posándome donde sea, nadie podía detenerme, grite “ ¡aquí estoy!”, mi belleza los atrapo”.